¿No sabes qué es el agua de rosas? Pues ya te adelantamos que figuraba entre los secretos de belleza de la reina Cleopatra, toda una influencer de su época cuyo ejemplo todavía perdura. Los árabes también se adentraron en sus virtudes durante el medievo y, cómo no, los franceses le otorgaron fama mundial al emplearlo en infinidad de sus más afamados productos.
Este producto nos permite beneficiarnos de sus múltiples propiedades. No creerás todo lo que se dice de ella y todo bueno, por supuesto.
Como decíamos, el agua de rosas es un producto cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, pues pasó por culturas como la persa, la egipcia o la romana. Todas ellas cayeron rendidas ante sus beneficios y parece que tenemos intenciones de seguir haciéndolo, tal y como veremos más adelante.
Este producto se obtiene a partir de agua destilada con pétalos de rosa en un alambique. En concreto, por arrastre del vapor de agua se obtiene, por un lado, el aceite esencial de rosas y, por otro, el agua de rosas o hidrolato.
Su elaboración –obviamente– se inicia con la llegada de la primavera y la ansiada floración de las rosas. Qamsar, una localidad de Irán, es una de las zonas donde existe una gran tradición de cultivar rosas con este fin. Hasta tal punto que a este municipio de la provincia de Isfahan se le conoce como la capital de las rosas. ¡Y con razón! Aquí se producen 26.000 toneladas de agua de rosas anualmente. Sin duda, si te gustan los campos de rosas, la primavera es una estupenda temporada para conocer en persona el proceso de fabricación de este producto de belleza ancestral.
Pero ¿para qué sirve el agua de rosas? Pues está repleta de propiedades. Por lo tanto, es muy probable que una vez que las conozcas se convierta en un indispensable:
En definitiva, las excelentes propiedades del agua de rosas explican la gran longevidad de este producto de belleza que lleva milenios en el candelero de la cosmética.
Dicho todo esto, parece más que claro que Cleopatra sabía muy bien lo que se hacía pues está más que comprobado que el agua de rosas es muy adecuada para la piel.
Aunque es cierto que había caído en desuso, parece que retorna a nuestro neceser y la industria cosmética vuelve a incluirla en sus líneas de belleza.
Así, empleándola como tónico, podemos ayudar a relajar nuestra piel, al tiempo que la regeneramos, aportamos luminosidad, la hidratamos y, cómo no, combatimos las arrugas.
Como siempre, hay marcas que son más naturales que otras, y contienen mas concentrado de beneficios que otras. Les recomendamos siempre el agua de rosas extra natural con conservantes naturales de BCM, que son aptas para cuerpo y rostro, y que incluso, sirve para la piel sensible de los niños, pieles con psoriasis para calmar la resequedad y ayudar a la descongestión y descamación.